Buf, desde que he llegado a Barcelona no levanto cabeza. Nunca me había sentado tan mal el jet-lag. Hoy me he levantado no muy tarde y después de preparar el desayuno familiar y tomarlo hemos salido un poco al parque para que las niñas se aireasen un poco.
De vuelta en casa, no hemos podido estar mucho en el parque porque hoy estaba invadido de gente sin techo, hemos comido con mis padres y luego hemos ido a casa de mi hermana para tomar el café y merendar más tarde.
Una vez allí, me he sentado en el sofá y no he podido levantarme. Primero me ha dado mucho sueño y luego un fuerte dolor de estómago que me ha dejado doblado. He estado toda la tarde dormitando mientras oía de fondo la charla de mi familia y su merendola a base de crêpes y alfajores argentinos con dulce de leche.
Solo al final, casi a la hora de la cena, me he recuperado lo suficiente para regresar a casa en autobús y acostarme. ¡Vaya estada en Barcelona que llevo!
