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Sorgo rojo

13 Jun

Sorgo Rojo, es una novela de contrastes capaz de presentarnos hechos execrables rodeados de hermosas descripciones, y de narrar los horrores de la guerra con crudeza y detalle, es cierto, pero sin sensacionalismo ni de modo gratuito. Todo ello, enmarcado en los campos de sorgo que dan nombre a la novela y que son el perfecto paisaje rural donde transcurrirá la historia. Este uso de los campos de sorgo como telón de fondo es comparable al papel que en otras culturas podrían representar, por ejemplo, unos campos de algodón, en las novelas sobre el sur de los Estados Unidos, o unas viñas, en nuestro país.

***Aviso, a partir de aquí el texto incluye detalles sobre el argumento*** 

En cuanto a la trama, aunque haya hechos que suceden entre los años 20 y los años 70, podríamos decir que se centra entre los años 1939 y 1941. Los episodios fuera de estas fechas son en su mayoría hechos que sirven a Mo Yan para situar a los personajes o también para reforzar el impacto de las escenas al narrar, a menudo, hechos similares ocurridos en momentos diferentes de la historia, marcando una repetición cíclica como empujada por el destino. Tenemos pues, que entre las primeras cuatro partes de la novela se narra de manera casi cronológica un período del pueblo chino de Gaomi Nordeste que comienza con una emboscada a un convoy japonés, donde muere la abuela del narrador (1939) y termina con su entierro dos años más tarde (1941). La última parte se escapa un poco de esta cronología al presentarnos básicamente la violación de Pasión y una especie de epílogo.

De esta manera, en la primera parte, además de los hechos relacionados con la emboscada, el autor nos explica la muerte del tío Arhat (1938), con la que nos transmite la crueldad japonesa y la boda de la abuela (1926) que es un hecho capital porque nos ayuda a ver a una mujer luchadora, heroína de la resistencia por la que enseguida sentimos simpatía y que hace que, su posterior muerte nos coja por sorpresa y que las circunstancias turbias de su vida no nos escandalicen. En la segunda parte, además de presentarnos la resolución de la emboscada, la otra historia que nos cuenta Mo Yan es la de los primeros años de Yu Zhan’ao en la destilería, sus relaciones con la abuela y los hechos alrededor del nacimiento del padre del narrador (1923-1926). A continuación, en la tercera parte encontramos dos historias principales. Una de ellas continúa con el hilo de las aventuras bélicas de Yu Zhan’ao y la otra es una batalla cargada de simbolismo entre los perros que, con la muerte de sus dueños, han vuelto al estado salvaje y los niños del pueblo. Mo Yan en este capítulo nos presenta a los perros con un grado de organización que, personalmente, encuentro inquietante. El hecho de que el jefe de la manada se llame Rojo podría ser una referencia al Partido Comunista, mientras que los otros dos perros más grandes podrían ser el Guomingtan (Partido Nacionalista de China) y los japoneses, los tres peleando por los despojos de China, representada por cadáveres tirados en los campos de sorgo. Finalmente, la victoria de los niños del pueblo sobre los perros simbolizaría la esperanza y el futuro. Sin embargo, esta interpretación personal puede que no fuera la intención del autor que, al fin y al cabo, formó parte del ejército. En cualquier caso, este episodio invita a la reflexión. Finalmente, la trama central de la novela podríamos decir que finaliza en el capítulo cuarto con el entierro de la abuela (1941) que, como no podía ser de otra manera, termina con una batalla entre varios ejércitos. Las tramas complementarias de esta parte son un funeral donde trabajó Yu Zhan’ao de joven, en la que vemos hasta qué punto era orgulloso y resuelto; y el periodo en el que Yu Zhan’ao fue bandolero y huyó de casa con Pasión dejando el hijo con la madre. Esta historia ofrece el contrapunto a la proximidad que tiene con su hijo durante el crecimiento de este en la cuarta parte.

En cuanto a los personajes, considero que el protagonista de la historia es Yu Zhan’ao, el abuelo del narrador. Es un personaje que a lo largo de la novela mata de manera despiadada a todas las personas que le molestan aunque nadie discute su papel de héroe. No podemos menospreciar la importancia de la abuela del narrador que, además de encarnar los aires de cambio dentro de China, es una de las principales motivaciones de de Yu Zhan’ao, ni tampoco podemos pasar por alto el papel del hijo de ambos. En cierto modo, madre e hijo, son las anclas que mantienen a Yu más o menos con los pies en el suelo una vez se desata la espiral de violencia que suponen los años de ocupación japonesa. En este punto es significativo el papel de relevo de este rol de anclas, que sucede en el momento en el que muere la madre y esta dice al hijo que Yu Zhan’ao es su padre biológico. Todos estos personajes presentan complejas personalidades que evolucionan con el desarrollo de los acontecimientos, y están rodeados de personajes secundarios, en muchos casos también ricos en matices. Es remarcable también que la mayoría de personajes tienen vidas más bien cortas y muertes violentas, lo que exagera el valor de la longevidad del abuelo y el padre del narrador que se alzan como tallos de sorgo que se resisten a ser cortados.

De la vertiente literaria lo más interesante, en mi opinión, son las descripciones y la estructura narrativa. Las descripciones son muy poéticas incluso cuando tratan los temas más escabrosos o escatológicos, como por ejemplo en la página 57 cuando describe los hombres destripados con las siguientes palabras: “sus vientres […] estallaban, descubriendo las relucientes visceras, que se abrían como bellas flores”. Por su parte, la estructura narrativa con constantes saltos en el tiempo, la mayoría vinculados a recuerdos evocados por los hechos narrados en ese momento, me dan la impresión de estar escuchando una historia oral. Así, el autor consigue consolidar la imagen de biografía hecha de retazos que nos presenta el narrador, quien consigue la información sobre la historia de su familia cuando regresa al pueblo de su infancia para informarse de ello.

Siguiendo con el estilo, la novela, que yo clasificaría dentro del género de la Literatura de las raíces, tiene también toques de realismo mágico y hay quien encuentra alguna semejanza con Cien años de soledad de García Márquez a pesar de que Mo Yan siempre ha dicho que la leyó después de escribir Sorgo Rojo. Un ejemplo de este realismo mágico sería la anécdota de los orines en el vino que lo hacen mucho más dulce y bueno, y que provocan el enriquecimiento de la familia.

Otra característica de la obra son las referencias culturales y las referencias a la forma de pensar del pueblo chino. Así, por ejemplo, casi siempre que se habla de las mujeres, se menciona si los pies habían sido o no vendados. Y para decirnos que la abuela del narrador era la más bonita podemos leer, cuando el narrador nos cuenta lo que le transmitió una vieja, “me dijo que mi abuela tenía el pie más pequeño entre las mujeres del lugar” (p. 23).

Conclusiones

Sorgo Rojo es, sin duda, una novela rica en todos sus aspectos, literario, narrativo y argumental. En mi opinión, sólo hay un pequeño defecto que es que no todos los hechos referenciados en la novela acaban explicados, por ejemplo, ¿por qué Yu Zhan’ao cuando vuelve al pueblo viene de vivir en Hokkaido, Japón, país contra el que tan encarnizadamente había luchado? Por otro lado y a pesar de que mis referencias son escasas, me complació ver que ciertos pasajes me recordaban clásicos chinos que he leído, mostrándome que pese a ser una autor contemporáneo Mo Yan bebe de las raíces de la literatura china. Personalmente, la historia del juez Cao y la gallina me recuerda a Los Mandarines y el apartado 6 del capítulo II con el “tigre que baja de la montaña” me recuerda a Viaje al oeste.

Amadeu Branera
Original en catalán, 26 de noviembre de 2009
Revisado y traducido al castellano,  13 de junio de 2011

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Bibliografía

  • Mo Yan. 1992. Sorgo rojo. Barcelona, Grup Editorial 62 SLU.
  • Prado Fonts, Carles. 2005. “La literatura xinesa moderna (II)” en Prado Fonts, Carles (coord.) Literatures de l’Àsia oriental: els segles XIX i XX. Barcelona, FUOC, modul 3, pp. 1-45

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  1. Gonzalo

    March 31, 2013 at 6:47 pm

    Magnífica reseña. Grandísimo libro. Coincido contigo en la sorpresa que me causó la dureza y violencia extrema de algunas partes con lo delicado de otras. Mi objeción es la traducción. En mi opinión, nefasta. Supongo que al traducir del chino al inglés y de ahí al castellano, el resultado es el que es. Un saludo

     
    • abranera

      April 1, 2013 at 2:57 am

      Hola Gonzalo!

      Gracias por tu comentario. La versión que yo leí no sé si es una traducción directa del chino o no, pero no recuerdo que fuera tan mala 😉

      Saludos