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La cortesana, una “japonaiserie” de Van Gogh

30 Aug

Vincent Van Gogh,
Japonaiserie: The Courtesan or Oiran – after Keisai Eisen, 1887,
Óleo sobre lienzo, 105,5 x 60,5 cm

Inspirándose en la portada de la revista Paris Illustré de mayo de 1886, Vincent Van Gogh, que ya era admirador y coleccionista de arte japonés antes de ver la revista, pintó en 1887 el lienzo “La cortesana”.


Portada de Paris Illustré “Le Japon” vol. 4, Mayo de 1886, número 45-46

Por su parte, la portada de la revista era una reproducción de un grabado ukiyo-e. Concretamente de una oirán de Keisai Eisen (渓斎英泉) (1790-1848), un autor famoso por la belleza de las mujeres presentes en sus obras. Sin embargo, hay que decir que tanto la portada de la revista como el cuadro de Van Gogh están girados (la cortesana mira a la izquierda) mientras que en la obra original mira a la derecha.

Keisai Eisen, Oiran.

Vincent Van Gogh pintó el cuadro en Paris y copió la portada usando una trama. Añadió los colores característicos de su estilo post-impresionista, y acabó la obra componiendo la figura de la cortesana sobre un fondo amarillo, y a su vez puso el conjunto sobre otro fondo de cañas de bambú y flores de loto, que en cierto modo remarcaban el exotismo y el orientalismo de la obra.

Trama

Van Gogh usó una técnica similar también en su cuadro El puente bajo la lluvia, inspirado en un ukiyo-e de Andō Hiroshige (安藤広重) (1797-1858), y que encerró en una orla llena de caracteres japoneses.

Van Gogh, Puente bajo la lluvia (de Hiroshige), 1887

Andō Hiroshige, Lluvia nocturna en Atake y el gran puente

En cuanto al tema central del cuadro, aunque el conocimiento de Japón de Van Gogh no era científico, debemos suponer que conocía el papel de las oirán en la sociedad japonesa. Las oirán eran damas de compañía fácilmente confundibles por prostitutas en la mentalidad europea de la época, y en el cuadro podemos encontrar la grulla y la rana, grue y grenouille en francés, sobrenombre con el que se conocía a las prostitutas en Francia en el siglo XIX. Estos dos elementos, a su vez, también están copiados de otras ilustraciones japonesas. En cuanto a la composición, el efecto diagonal que se observa en el eje kimono-cañas del cuadro y kimono-ramas de cerezo en la portada de Paris Illustre, son influencia del japonismo que se había extendido en esa época, a raíz de la exposición universal de París 1867 donde se instaló un pabellón japonés.

Este japonismo que influenció a Van Gogh, nace a mediados del siglo XIX y conlleva un nuevo interés por todo lo que es exótico. En Paris se manifestó, entre otros hechos, con la apertura del bazar “La Porte Chinoise” en 1862. El japonismo influyó a toda una generación de pintores como Manet, Monet, Renoir, Toulouse-Lautrec, Gauguin y Degas. Hay que decir sin embargo, que el japonismo en sí mismo no se convirtió en un estilo pictórico, sino que se quedó en una moda por lo exótico.

Centrándonos en Van Gogh, la fascinación que este sintió por Japón, que en su mente se erguía como un mundo ideal que era la tierra de una gente natural, religiosa y primitiva (McQuillan, p. 132), hizo que lo buscara en el sur de Francia, escribiendo incluso a su hermano Theo en términos que comparaban el país del sol naciente con Arles. Artísticamente, lo que Van Gogh admiraba era el dibujo sencillo pero que era capaz de emocionar igualmente, las líneas claras y los colores brillantes. Sin embargo, en el cuadro de La Cortesana, no hay una correspondencia entre el estilo utilizado y esta admiración, a pesar de los colores brillantes, pues los trazos gruesos se alejan de las líneas claras de los grabados japoneses. De todos modos, algunos autores sugieren que el estilo de pintura estriada de Van Gogh a finales de 1887 intentaba imitar el papel crepé de algunas ilustraciones japonesas (McQuillan, p.132).

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Bibliografía

  • Cervera, Isabel. 2004. “Fonts per l’estudi de l’art” en Cervera, Isabel (Coord.), L’art de l’Àsia oriental, Barcelona, FUOC, Mòdul 1, pp. 1-33
  • Cervera, Isabel i Barlés, Elena. 2004. “Fonaments del pensament artístic” en Cervera, Isabel (Coord.), L’art de l’Àsia oriental, Barcelona, FUOC, Mòdul 2, pp. 1-36
  • McQuillan, Melissa. 1989. Van Gogh, Londres, Thames & Hudson.

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3 Comments

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  1. Ana Aron

    August 30, 2011 at 8:02 pm

    Hola tengo un grabado original de sharaku, quiero venderlo

     
    • abranera

      September 7, 2011 at 4:25 pm

      Hola Ana,
      La verdad es que no puedo ayudarte ya que no me muevo en ese campo.

       
  2. Ukiyo-e (浮世絵), arte en cadena | Nipponario

    March 9, 2013 at 1:29 pm

    […] Finalmente, solo cabe decir que los grabados ukiyo-e tuvieron una fuerte influencia sobre los impresionistas europeos como por ejemplo Van Gogh, que a partir de distintos ukiyo-e, creó sus “japonaiseries“. […]