Vivir lejos de la familia no es fácil, pero Skype ayuda. Cada lunes tengo un par de horitas de charla con mis padres, y desde hace dos años y medio, hay una tercera personita: mi sobrina Flavia. Con dos años y medio su conocimiento sobre el mundo digital es asombroso, pero hay una cosa que todavía se le escapa y es que no comprende que yo no la veo a través de la pantalla sino de la cámara. Pero eso, tiene una parte positiva, y es el último juego mediático que Flavia ha inventado.
Durante la conversación con mi madre, se sienta delante de la pantalla pero de espaldas a la misma. Entonces le dice a mi madre “¡Ya no os veis!” Entonces yo me muevo para que mi cabeza esté en una de las esquinas superiores de la pantalla. Para Flavia es como si me asomase por detrás de su hombro, y cuando lo ve por el rabillo del ojo, se mueve para taparme otra vez. Entonces yo cambio de esquina y ella me va persiguiendo. El juego dura varios minutos entre las carcajadas de mi sobrina y el teatrillo de mi madre y yo.
Algún día entenderá que yo la veo por la webcam y le bastará con taparla con un dedito. El juego se olvidará. Pero espero que se invente otros muchos nuevos. Ella es una nativa digital, y se las sabrá todas.